1. Los productos plásticos y de papel que le acompañan. Desde palitos de madera, pajillas grandes, chicas, sobres de azúcar, de crema, tapas plásticas, vasos, sujetador de vasos, un palito con un hoyuelo en el centro, servilletas, bolsas de papel, bandeja...
Que bueno sería el mundo si dejáramos de utilizar y de producir este montón de accesorios. Nos ahorraríamos el agua, el petróleo, los árboles y el transporte de estos productos y además el basurero que producen. Los vasos y las pajillas no son reciclables pues contienen restos orgánicos (saliva, leche, café) y aunque lo fueran el proceso del reciclaje de plástico no es muy efectivo. Pero ese es otro post.
2. Destruye la cultura local del café. El café se saborea, se degusta, tomar café es querer cambiar de estado mental: tomarse tiempo para despertar, tomar una pausa, disfrutar de la compañía de alguien... Si no tiene tiempo, tómese un elegante espresso con calma y no 500ml...Y recuerde que nuestra cultura es riquísima en productos para tomar café que no son muffins... De los panes caseros, pan de maíz, los bizcochos, a las chorreadas, a arepas, un simple pan con mantequilla o natilla...a las empanadas, los arreglados, los enyucados y el tamal...
3. El mito: el coffee to go es un accesorio chic que nos viene de la cultura del trabajo. Específicamente del trabajador que siempre está plagado de estrés y no tiene tiempo para desayunar ni comer ni nada. Estas son las personas que anteponen el trabajo a sus necesidades básicas...Querámonos y pongamos nuestras necesidades de primero, tratemos de vivir una vida con menos estrés, hay mil formas de hacerlo y una de ellas es sacar el tiempo para comer con calma.
Un fuerte abrazo!
Lucía
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